1-Toda la comunidad debe ser informada sobre los diversos procedimientos que constituyen la
atención del parto, a fin de que cada mujer pueda elegir el tipo de atención que
prefiera.
2-Debe fomentarse la capacitación de obstétricas o parteras profesionales. Esta profesión
debiera encargarse de la atención durante los embarazos y partos normales, así como del
puerperio.
3-Debe darse a conocer entre el público atendido en los hospitales, información sobre las
prácticas de los mismos en materia de partos (porcentajes de cesárea,etc.)
4-No existe justificación en ninguna región geográfica para que más de un 10 al 15% de los
nacimientos sean por cesárea. 5-No existen pruebas de que se requiera cesárea después de una cesárea anterior. Por lo general deben favorecerse los partos vaginales después de cesáreas
6-No existen pruebas de que el monitoreo durante el trabajo de parto normal tenga efectos positivos en el resultado del embarazo
7-No está indicado el afeitado de la región púbica ni las enemas preparto.
8-Las embarazadas no deben ser colocadas en posición de litotomía (acostadas boca arriba). Se las debe animar a caminar durante el trabajo de parto y cada mujer debe decidir libremente la posición que quiera asumir durante el parto.
9-No se justifica el uso rutinario de la episiotomía (incisión para ampliar la abertura vaginal).
10-No deben inducirse (iniciarse por métodos artificiales) los partos por conveniencia. La inducción del parto debe limitarse a determinadas indicaciones médicas. Ninguna región geográfica debe tener un índice de trabajos de parto inducidos mayor al 10%.
11-Debe evitarse durante el parto la administración por rutina de fármacos analgésicos o anestésicos que no se requieran específicamente para corregir o evitar una complicación en el parto.
12-No se justifica científicamente la ruptura artificial de membranas por rutina.
13-El bebé sano debe permanecer con la madre cuando así lo permita el estado de ambos. Ningún procedimiento de observación del recién nacido justifica su separación.
14-Debe fomentarse el inicio inmediato del amamantamiento, inclusive antes de que la madre salga de la sala de partos.
15-Deben identificarse las unidades de atención obstétrica que no aceptan ciegamente toda tecnología y que respetan los aspectos emocionales, psicológicos y sociales del nacimiento.
16-Los gobiernos deben considerar la elaboración de normas que permitan el uso de nuevas tecnologías de parto sólo después de una evaluación adecuada.
Ley 25.925- Derechos de Padres e Hijos durante el Proceso de Nacimiento
LA CÁMARA DE DIPUTADOS DE LA NACIÓN DECLARA: Solicitar al Poder
Ejecutivo, que a través del organismo que corresponda, inicie dentro de
sus actividades una campaña destinada a concientizar a la sociedad,
sobre la importancia del acompañamiento de la mujer en el parto por una
persona de su elección, y de los beneficios que significa para la salud
del binomio madre-hijo. El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de Ley:
Artículo
1º.- La presente ley será de aplicación tanto al ámbito público como
privado de la atención de la salud en el territorio de la Nación. Las
obras sociales regidas por leyes nacionales y las entidades de medicina
prepaga deberán brindar obligatoriamente las prestaciones establecidas
en esta ley, las que quedan incorporadas de pleno derecho al Programa
Médico Obligatorio.
Artículo 2º.- Toda mujer, en relación con el embarazo, el trabajo de parto, el parto y el postparto, tiene los siguientes derechos:
a) A ser informada sobre las distintas intervenciones médicas que pudieren tener lugar durante esos procesos de manera que pueda optar libremente cuando existieren diferentes alternativas.
a) A ser informada sobre las distintas intervenciones médicas que pudieren tener lugar durante esos procesos de manera que pueda optar libremente cuando existieren diferentes alternativas.
b) A ser tratada con
respeto, y de modo individual y personalizado que le garantice la
intimidad durante todo el proceso asistencial y tenga en consideración
sus pautas culturales.
c) A ser considerada, en su situación respecto
del proceso de nacimiento, como persona sana, de modo que se facilite
su participación como protagonista de su propio parto.
d) Al parto
natural, respetuoso de los tiempos biológico y psicológico, evitando
prácticas invasivas y suministro de medicación que no estén justificados
por el estado de salud de la parturienta o de la persona por nacer.
e)
A ser informada sobre la evolución de su parto, el estado de su hijo o
hija y, en general, a que se le haga partícipe de las diferentes
actuaciones de los profesionales.
f) A no ser sometida a ningún
examen o intervención cuyo propósito sea de investigación, salvo
consentimiento manifestado por escrito bajo protocolo aprobado por el
Comité de Bioética.
g) A estar acompañada, por una persona de su confianza y elección durante el trabajo de parto, parto y postparto.
h)
A tener a su lado a su hijo o hija durante la permanencia en el
establecimiento sanitario, siempre que el recién nacido no requiera de
cuidados especiales.
i) A ser informada, desde el embarazo, sobre los beneficios de la lactancia materna y recibir apoyo para amamantar.
j) A recibir asesoramiento e información sobre los cuidados de sí misma y del niño o niña.
k)
A ser informada específicamente sobre los efectos adversos del tabaco,
el alcohol y las drogas sobre el niño o niña y ella misma.
Artículo 3º.- Toda persona recién nacida tiene derecho:
a) A ser tratada en forma respetuosa y digna.
b) A su inequívoca identificación.
c)
A no ser sometida a ningún examen o intervención cuyo propósito sea de
investigación o docencia, salvo consentimiento, manifestado por escrito
de sus representantes legales, bajo protocolo aprobado por el Comité de
Bioética.
d) A la internación conjunta con su madre en sala, y a que
la misma sea lo más breve posible, teniendo en consideración su estado
de salud y el de aquélla.
e) A que sus padres reciban adecuado
asesoramiento e información sobre los cuidados para su crecimiento y
desarrollo, así como de su plan de vacunación.
Artículo 4º.- El padre y la madre de la persona recién nacida en situación de riesgo tienen los siguientes derechos:
a)
A recibir información comprensible, suficiente y continuada, en un
ambiente adecuado, sobre el proceso o evolución de la salud de su hijo o
hija, incluyendo diagnóstico, pronóstico y tratamiento.
b) A tener
acceso continuado a su hijo o hija mientras la situación clínica lo
permita, así como a participar en su atención y en la toma de decisiones
relacionadas con su asistencia.
c) A prestar su consentimiento
manifestado por escrito para cuantos exámenes o intervenciones se quiera
someter al niño o niña con fines de investigación, bajo protocolo
aprobado por el Comité de Bioética.
d) A que se facilite la lactancia materna de la persona recién nacida siempre que no incida desfavorablemente en su salud.
e) A recibir asesoramiento e información sobre los cuidados especiales del niño o niña.
Artículo
5º.- Será autoridad de aplicación de la presente ley el Ministerio de
Salud de la Nación en el ámbito de su competencia; y en las provincias y
la Ciudad de Buenos Aires sus respectivas autoridades sanitarias.
Artículo
6º.- El incumplimiento de las obligaciones emergentes de la presente
ley, por parte de las obras sociales y entidades de medicina prepaga,
como así también el incumplimiento por parte de los profesionales de la
salud y sus colaboradores y de las instituciones en que éstos presten
servicios, será considerado falta grave a los fines sancionatorios, sin
perjuicio de la responsabilidad civil o penal que pudiere corresponder.
Artículo 7º.- La presente ley entrará en vigencia a los SESENTA (60) días de su promulgación.
Artículo 8º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Dada
en la Sala de Sesiones del Congreso Argentino, en Buenos Aires, a los
veinticinco días del mes de agosto del año dos mil cuatro.
Sanción.- 25 de agosto de 2004-Promulgación.- 17 de septiembre de 2004